reader.chapter — El Claro Carmesí

Lea Vinter

Bajo un cielo cargado de nubes tormentosas, avanzo hacia el Claro de la Luna Sangrienta, cada paso resonando como un tambor en mi pecho. La luz carmesí de la luna se filtra a través de las grietas del firmamento, tiñendo el aire de un rojo inquietante que parece presagiar sangre. El bosque de Hexenberg me rodea con árboles retorcidos, sus ramas desnudas goteando savia negra que apesta a hierro y podredumbre. El suelo bajo mis botas late con una energía extraña, un pulso que vibra hasta mis huesos, como si la tierra misma estuviera despierta y hambrienta. Mi cicatriz en la muñeca izquierda brilla con un resplandor plateado, su pulsación acelerándose con cada metro que me acerco al centro del claro, proyectando sombras danzantes sobre la tierra desnuda. No puedo evitar estremecerme, no solo por el frío cortante que muerde mi piel, sino por las visiones que me persiguen desde el sótano de la Mansión Vinter: sangre inundando las piedras negras, sombras vivas susurrando mi nombre con una voz que no es humana.